Todo viaje por Escocia será insuficiente si no hacemos un viaje por las Highlands, las famosas Tierras Altas que han hecho famoso a este precioso país. Una experiencia que quedará grabada en tu memoria y querrás repetir, haga el tiempo que haga. Una introspección a un paisaje sin igual, donde el verde más puro se rompe con el ocre de una tierra inhóspita. Un lugar mágico que parece dibujado por los mejores artistas de la naturaleza y que la historia se ha encargado de modelar.
Para mí, la mejor ruta en coche por Escocia.
Nuestro origen será Edimburgo. El objetivo: atravesar las Highlands por su carretera más famosa, la A82. El destino final: llegar a la Isla de Skye.
Venimos de Edimburgo, capital de Escocia, corazón de los escoceses, una ciudad fundamental. Un lugar que nos introduce sin cuartel en la cultura escocesa y en la mística que nos perseguirá durante todo el viaje. Recuérdalo en mi guía de Edimburgo.
La mejor manera de conocer las Highlands escocesas será viajando con un coche de alquiler. No temas, conducir al revés no es tan difícil. Fijarse en el coche que te precede te ayudará al principio. Eso sí, no esperes buenas carreteras. Notarás la estrechez en el asfalto, con tramos donde no caben dos coches en el que tendrás que ceder el paso en los famosos passing places. Conducir en Escocia es muy divertido y un poquito de aventura no te viene nada mal.
Además porque recorrerás la A82, considerada una de las carreteras más bonitas y peligrosas para conducir en el Reino Unido y en Europa. ¡Arrancamos!
En este post descubrirás...
Ruta hacia las Highlands
Stirling, corazón de Escocia
La A82 une los dos principales lagos escoceses, el Lomond y el Ness. Pero antes de enlazar con este camino, en nuestro viaje desde Edimburgo pararemos en la villa de Stirling, puerta de entrada a las Highlands.
Allí fue donde el héroe nacional William Wallace acabó con el ejército inglés aquel 11 de septiembre de 1297, en la famosa Batalla del Puente de Stirling. Aunque el puente actual es posterior (siglo XV), Stirling tiene varios lugares de interés que justifican una parada. El primero, su famoso castillo que nos recordará al de Edimburgo. Y por si nos faltaba algún personaje escocés en el álbum de fotos, la estatua del rey Robert The Bruce que preside la entrada a la fortaleza.
Desde la explanada del castillo veremos a lo lejos una curiosa torre que nos llamará la atención. Se trata del Monumento Nacional a William Wallace. La torre se construyó en 1869 y los 246 escalones nos conducen a lo alto de sus 70 metros de altura. La formidable vista de Stirling y del meandro del río Forth justificarán el esfuerzo y nos mostrará los campos donde el héroe nacional derrotó al ejército inglés.
El interior de la torre alberga la supuesta espada de Wallace, una poderosa arma de 1,67 metros de largo y unos 3 kilos de peso. El Hall of Heroes nos volverá a recordar a grandes escoceses como Robert The Bruce, Robert Burns, David Livingstone, Adam Smith, Walter Scott o James Watt.
Eso sí, en el monumento ya no podrás ver la estatua moderna de Braveheart (se parecía más a Mel Gibson que a Wallace) que recibía a los visitantes en el aparcamiento y se volvió un tanto popular. La figura no aguantó la crítica de los propios escoceses y fue retirada en 2008. El vandalismo acabó con ella, al estar emplazada en tal honorable e insigne lugar patriótico.
Consejo: la subida a la colina donde está la torre requiere unos 15 minutos de caminata desde la base. Si prefieres ahorrártelo, hay un bus gratuito para subir.
En cualquier caso, y aunque la película Braveheart tiene varias alteraciones históricas, te gustará volver a verla antes de viajar aquí. Por cierto, unos kilómetros al sur de Stirling está Bannockburn, donde tuvo lugar la batalla en la que Robert The Bruce vengó la muerte de Wallace y derrotó a los ingleses en 1314, cambiando el curso de la historia.
Las Highlands en coche: ruta por la A82
Una vez nos hemos mojado un poco más de historia y patriotismo escocés en Stirling, penetramos en las Highlands buscando la carretera A82. Lo haremos a través de la carretera A811, que nos conducirá al inicio del Loch Lomond, al norte de Glasgow. Será aquí nuestra primera inmersión en la geografía de las Tierras Altas escocesas.
Estos primeros 25-30 kilómetros a los pies del lago serán muy placenteros y nos ofrecerán numerosos lugares donde hacer una parada. Detrás del Lomond se encuentran los famosos Trossachs, que dan nombre a un parque nacional junto al lago (podremos entrar en The Trossachs en el viaje de vuelta, por la A84).
Ya casi al final del lago Lomond, entre Tarbet y Tyndrum, es cuando la carretera se complica. De hecho se considera uno de los tramos más peligrosos por su estrechez y alto tráfico en época de vacaciones. Sin embargo serán kilómetros de diversión al volante. Con precaución y sin estrés, la ruta se convierte en algo placentero.
Rannoch Moor: Un paisaje único
Es a partir de la localidad de Bridge of Orchy cuando abandonamos el verde y el paisaje se empieza a convertir en un lugar frío y agreste, de tonos ocres y escasa vida. Los lochs (lagos) empiezan a salpicar el entorno y nuestra sensación de soledad va en aumento. Estamos en Rannoch Moor, uno de los enclaves más imponentes de Escocia, un lugar de Especial Interés Científico y que alberga la estación de tren más alta y remota del Reino Unido (Corrour Station está a 16 kilómetros de la carretera más cercana), perteneciente a la famosa West Highland Line.
El paisaje es de leyenda. Por momentos no hay ni un alma, ni un árbol, ni un animal, ni siquiera las famosas vacas escocesas. Un lugar que la naturaleza ha querido que cuya vida sea la pura desolación. Detener el coche será una constante porque te hincharás a hacer fotos. Por suerte, la estrecha carretera tiene muchos pequeños apeaderos en donde parar. Uno de los puntos clásicos es en el Meeting of the Three Waters, una serie de cascadas que abordan la carretera.
Si quieres vivir la experiencia de dormir en plenas Highlands, nada como probar el Black Rock Cottage, en el desvío que te conduce a la estación de esquí de Glencoe.
Rutas de senderismo en The Three Sisters
Un poco más adelante, en el lado izquierdo de la A82, alcanzaremos la zona de las Tres Hermanas, The Three Sisters, un trío de montañas gemelas que esconden una sorpresa a sus espaldas. Aparcaremos aquí nuestro coche para emprender nuestra primera ruta de senderismo en las Highlands. El destino no podía ser más mágico: The Lost Valley (el Valle Perdido).
Desde el propio aparcamiento desciende un camino que nos conduce hacia las tres montañas. Entre las dos de la izquierda, un paso se abre a través de los árboles y los torrentes de agua, una subida constante que nos conduce a la parte trasera de las hermanas.
Es una ruta corta (4 kilómetros) pero un tanto dura, hay pendiente y mucha roca que nos puede complicar el paso, sobre todo si llueve mucho, por el crecimiento del río, o si nieva. El destino, una preciosa planicie verde entre montañas que nos deja con la boca abierta. Por aquí huyeron los miembros del clan Macdonald durante la llamada masacre de Glencoe, en 1692.
Si la subida al Lost Valley te parece corta, existe una alternativa más exigente de 11 kilómetros y 7-8 horas de duración, que corona la Bidean nam Bian, la cima de la que forman parte las Tres Hermanas (1.150 metros). Una ruta dura cuya recompensa es observar el Lost Valley desde lo más alto.
Glencoe, el corazón de las Highlands
Tras el trekking volvemos al coche y continuamos por la A82 en descenso hacia Glencoe, la principal localidad de la zona. Aquí el mar se aproxima a través de uno de los lochs abiertos, una especie de ría a la escocesa tan característica en el lado occidental del país.
Glencoe es una buena base donde establecerse si nuestra intención es hacer senderismo por la zona, explorar carreteras y rincones, o simplemente recorrer un poco la costa. Para dormir, el Glencoe Independent Hostel es una gran opción para alojarnos, tanto si viajas solo, en familia, o en grupo, en un entorno único. En el camino al hostel podrás parar en el Glencoe Memorial, que nos recuerda el lugar donde perecieron 38 miembros del clan Macdonald, masacrados por órdenes del rey Guillermo III en 1692.
Otro precioso lugar donde quedarse es el Loch Leven Hotel, a orillas de dicho lago con un magnífico restaurante de comida local.
Rutas de senderismo en Glencoe: The Pap of Glencoe y el Ben Nevis
Glencoe es un lugar increíble para dejar el coche por un tiempo y ponerse a caminar. No sólo por la ruta de las Tres Hermanas, sino por otras muchas que puedes emprender en esta zona.
Una de las más famosas es The Pap of Glencoe, una curiosa montaña con forma de pecho que le da nombre (pap) y que preside el entorno de Glencoe. Pese a la escasa altitud de la cima (742 metros), la ruta al Pap tiene un punto de dificultad por su inclinación, aunque sin mayor importancia, ya que apenas son 6 kilómetros ida y vuelta desde el centro de Glencoe (por cierto, el hostel está en el camino). Una vez arriba, las vistas sobre el Loch Leven y el Loch Linnhe son espectaculares y nos ayudarán a entender mejor la curiosa morfología de las Highlands.
- Conoce todas las rutas de senderismo en Glencoe.
Abandonamos Glencoe y seguimos por la A82 rumbo a Fort William. Esta localidad es la puerta de entrada a la montaña más alta del Reino Unido, el Ben Nevis, con 1.345 metros de altitud. Una popular cima donde se puede esquiar en invierno, o practicar trekking y mountain bike en verano.
Son más de 100.000 personas las que suben al Ben Nevis cada año. La ruta más popular es la llamada Pony Track o Mountain Path, y que parte a unos dos kilómetros del centro de Fort William. A partir de ahí, un recorrido de casi 16 kilómetros ida y vuelta que nos conducirá al techo de las islas británicas. Partimos desde el nivel del mar, por lo que afrontamos un desnivel de 1.345 metros en 8 kilómetros. Pese a ello, la ruta es de dificultad media por lo que es apta para cualquier persona con un mínimo de preparación física.
Ya desde la cima del Ben Nevis, otra vista única. Su posición y su altitud nos permiten, en los días claros, divisar buena parte de las Highlands. Es una gran oportunidad para ver Escocia desde las alturas.
El lago Ness: símbolo de las Highlands
Tras Fort William dejamos los lochs abiertos al mar y volvemos al interior del país rumbo al lago Ness. En el camino nos encontraremos con un curioso monumento en el que detenerse. El Commando Memorial nos recuerda que esta zona de las Tierras Altas fue el lugar de entrenamiento de los British Commando que sirvieron en la Segunda Guerra Mundial. Los Commando constituían la unidad de élite del ejército británico, de gran valentía por sus temerarias incursiones y sabotajes tras las líneas enemigas.
Así que continuamos por la A82 hacia el archiconocido lago Ness. Será inevitable no pensar en el monstruo, no escudriñar el lago en busca de algún movimiento raro o una ola extraña que nos haga pensar que hay algún tipo de criatura con forma de dragón o de dinosaurio marino.
De hecho, la zona está salpicada de tiendas, museos y demás negocios donde entretenernos con Nessie y sus teorías. Porque, volviendo a lo que interesa, el lago Ness no es más que eso: un lago y punto, larguísimo eso sí (37 kilómetros). Y muy profundo, lo que motiva la oscuridad de sus aguas y todo el misticismo en torno al monstruo. En resumen, no es que merezca la pena especialmente, pero todo el mundo quiere estar.
Al pie de las aguas del Ness encontramos uno de sus atractivos, las ruinas del castillo de Urquhart, de los siglos XIII a XVI. Una fortaleza fundamental en las Guerras de Independencia de Escocia.
Retrocedemos por la A82 hasta Invermoriston, donde tomaremos la carretera A887 que nos conducirá más adelante a la A87. Se acaba pues nuestro periplo por la famosa A82. Nos dirigimos hacia la costa oeste de Escocia.
Eilean Donan: el castillo más famoso de Escocia
Lo has visto en la portada de todas las guías de Escocia, en reportajes de televisión, en blogs, en catálogos, en ferias de turismo y en revistas de viajes. Es el pintoresco castillo de Eilean Donan, el más famoso de Escocia (con permiso del castillo de Edimburgo). En cuanto lo veas desde la carretera te darás cuenta de qué castillo hablamos.
Eilean Donan Castle está en el encuentro de los lochs Duich, Long y Alsh, en plena salida hacia el mar y la Isla de Skye. Una silueta inconfundible que ha sido escenario de películas como Los Inmortales, El Mundo Nunca es Suficiente (elegido como sede del MI-6), Elizabeth, Highlander y muchas otras. Una estampa imborrable de tu viaje por Escocia.
Sobre un islote, un puente de piedra nos comunica con el castillo. Ante ti, un castillo del año 1220 al borde del agua que incluso sirvió de refugio al mismísimo Robert The Bruce. Un lugar estratégico en el curso de la historia.
Destruido a cañonazos con 50 españoles dentro
El castillo más icónico de Escocia guarda un secreto que lo relaciona con los españoles. Corrían tiempos de tensión en Europa cuando la Cuádruple Alianza se conformó para frenar las ambiciones territoriales de Felipe V de España, herido tras las cesiones del Tratado de Utrecht. Empezaba una nueva guerra. Con media Europa en su contra, el monarca español echó mano del movimiento jacobita escocés (que pretendía recuperar los tronos de Inglaterra y Escocia para los Stuart) para cambiar el guión del conflicto.
Felipe V planteó una invasión sorpresa de Gran Bretaña para distraer a los ingleses, hacerles retroceder en el continente y, de paso, vengar al fin la histórica derrota de la Armada Invencible. Su plan pasaba por enviar dos contingentes, uno al sudoeste y otro a Escocia, donde contarían con el apoyo jacobita y de los clanes para sublevarse y recuperar el trono.
La mala suerte y otros incidentes detuvo a casi todo el contingente español excepto a 307 soldados que lograron desembarcar en Escocia con 7.000 armas, asentándose en el castillo de Eilean Donan, propiedad del clan Mackenzie, el 13 de abril de 1719. Abandonados a su suerte, se mantuvo a medio centenar de hombres en la fortaleza, otros buscaron apoyos por el interior, mientras que los barcos regresaron a España. El 10 de mayo, a cañonazos, cinco fragatas inglesas terminaron con los españoles, un rebelde escocés y con el propio castillo. El resto lucharon en la batalla de Glenshiel (junio de 1719) junto al héroe escocés Rob Roy. Los 274 españoles que aguantaron fueron conducidos presos a Edimburgo.
En ruinas durante 200 años, Eilean Donan ha recuperado su esplendor gracias a la restauración emprendida por John MacRae, heredero del clan Mackenzie, a principios del siglo XX.
De Eilean Donan a la Isla de Skye
Desde Eilean Donan sólo te quedará recorrer los últimos 15 kilómetros de carretera que te conducirán a Kyle of Lochalsh, último pueblo, estación final del tren y puerta de entrada al puente de la Isla de Skye, la más grande de las Hébridas Interiores, y de la que hablaremos en un siguiente post. Una isla única y que merece mucho la pena.
Plan de viaje: Las Highlands, de Edimburgo a la Isla de Skye
Ejemplo de plan de viaje en dos días (con paradas)
- Edimburgo – Stirling: 1 hora
- Stirling: 2-5 horas (en función de las visitas)
- Stirling – Lago Lomond: 1 hora
- Lago Lomond – Rannoch Moor: 1 hora
- Rannoch Moor – The Three Sisters: 15 minutos más paradas para fotografías
- Noche en la zona de Glencoe
- Ruta en The Three Sisters
- The Three Sisters – Commando Memorial – Lago Ness: 2,5 horas
- Lago Ness – Eilean Donan Castle: 2,5 horas
- Eilean Donan – Puente de la Isla de Skye: 15 minutos
- Distancia total: 270 millas (430 kilómetros)
Referencias
- Las Highlands en Turismo de Escocia: Visit Scotland
- Todas las rutas de senderismo en las Highlands: Walkhighlands.co.uk
- Alquiler de coche recomendado en Escocia: Arnold Clark
- Red pública de albergues de Escocia: SYHA
Oh, qué recuerdos! The Highlands!! Preciosa ruta, Miguel. Qué crack eres. Todo bien condensado para que nadie se pierda nada de esas maravillosas tierras.de Escocia.
Este chico sí que sabe!
Ah, Arnold Clark! Súper guay para alquilar coches en Stirling!
Abrazo!
¡Gracias Esther! Menuda expedición la que montamos aquel año jajaja